WATTPAD - Tamaño de portada y otros elementos

Aprovechando esta cuarentena, me di a la tarea de hacer una pequeña infografía con las medidas básicas que requiere cualquier novela en Wattpad. Espero les sirva: 

En busca de la mítica PerfeXión

La perfección. Esa debería ser la meta de cualquier Indie, y una rutina de los más experimentados escritores. Limpieza y pulcritud, se manifiestan en un estilo correcto y una ortografía impecable. Tras varias revisiones, en las que tres, cuatro, cinco o mil personas te ayudan, o en las que pagas un buen dinero por una revisión profesional para estar tranquilo, te das el lujo de publicar con bombos y platillos.

Pero a veces sucede que tú mismo vuelves a leerte. Y al hacerlo, con el ceño fruncido, te das cuenta que una coma está mal puesta, o que hay una frase mal construida… o que ese guion no iba ahí…

Se te paraliza el corazón. Le ruegas a la tierra que se abra y te trague, porque como buen escritor, sientes vergüenza con tus lectores.

Es horrible. Lo sé. Lo he vivido.

Pero… ni soy el único, ni seré el último. Peor aún: les pasa a los grandes, y hasta a las editoriales.

A continuación muestro ejemplos, para que NO se desanimen NI escondan sus libros en los rincones más lúgubres de sus discos duros. Y no vamos a enfocarnos en los Indie de Wattpad o de los pretensiosos de Amazon. Vamos con gente que vende, avalada por editoriales serias.

Notarán que no se trata de faltas ortográficas, sino peculiaridades a nivel de revisión y énfasis, que resultan extrañas a los ojos. Bueno, sí hay una falla de ortografía, pero la presento al final. 

Comenzamos con uno de mis viejitos, un clásico Sci-fi. Se trata de uno de mis libros más queridos (tomarle la foto fue todo un reto, de lo gastado que está): Espacio, de James A. Michener. Esta es una primera edición de Círculo de Lectores, del año 1982. Uno de mis primeros libros grandes.

Vamos con las fallas, que en este libro en particular, parecen de ojo: 

Alguien me dirá, no sin razón, que en 1982 la tecnología no era la misma, que los correctores eran de carbón y que los computadores funcionaban a pedales, y de ahí los errores. Bien, lo admito. Puede ser que antes estas fallas fueran comunes. Por mi parte, he leído este libro no menos de veinte veces, y solo hasta el año pasado noté los errores. De paso… duele un poco reconocer que, de un tiempo para acá, ya leo con otros ojos, y por ello disfruto menos de mis lecturas…

Ahora demos un salto, vámonos a algo más moderno. Se trata de Eva, de WM. Paul Young, una edición de Editorial Planeta, del año 2016. Es un libro extraño y que me atrapó de inmediato. Tiene tantas peculiaridades a nivel de énfasis, que solo mostraré un par de ellas.

Curioso, ¿no les parece?

Acerquémonos más, al año 2017, y a un libro de Veronica Roth, nada más ni nada menos. Se trata de Las marcas de la muerte, de la editorial RBA Molino (RBA Libros). Es un libro incómodo de leer, pero que igual atrapa, como todo lo de esta mujer. Solo lo he leído una vez, y hay varias peculiaridades como esta:

Y la cereza de mi pastel. Más de uno se va a enojar. Mi siguiente ejemplo es tal vez uno de los peores libros que han pasado por mis manos. Aburrido, predecible, pesado, gástrico… Se trata de La chica del Tren, de Paula Hawkins. Sí, La chica del tren. Hicieron película de eso…  

De este libro puedo decir muchas cosas. En primer lugar, mi ejemplar es una octava edición… y dado que la primera ocurrió en Junio de 2015, y la mía es de Mayo de 2016, pues queda claro que hay problemas. Serios problemas, peores de los que muchos de ustedes padecen. De hecho, La chica del tren suena a un trabajo mediocre, apresurado, que ha tenido que pasar por mucha revisión y corrección. Podemos hacer una entrada de este único ejemplo, si así lo quieren.

Pero vamos con los desastres de estilo:

Así que, siendo octava edición, demostrando negligencia por todos lados, con una portada estúpida y sin otra sinopsis que “Tú no la conoces. Ella a ti, sí”, debería motivarnos muchísimo, porque este libro se agotó en las librerías, hicieron película y entrevistaron a la autora mil veces –claro, es periodista…–, y si ella lo logró, pues nosotros también.

Sé que esta entrada suena odiosa, de hecho he visto pocas como esta, pero durante mis correrías por Facebook, los foros de Amazon y Wattpad, escucho a muchos autores que, por miedo a presentar escritos con fallas, prefieren esconderlos del público, y no les permiten superar un estrecho círculo compuesto por familiares y amigos.

Así que por favor: NO ESCONDAN sus libros. No oculten sus historias. La perfección no existe, y errar es de humanos. Al igual que ustedes, censuro las faltas ortográficas, pero ni yo mismo vi la primera vez el “estómago” sin tilde en La chica del tren. Tal vez, si la historia es absorbente y enganchadora, algunos detalles simplemente pierden su importancia. 

¿No me creen? Miren esta falla, de la Chica del Tren. ¿Pueden notar el problema? Les confieso que yo no lo vi. Fue mi esposa quien me lo mostró...

Ahora, para terminar, quiero que entiendan que NO APRUEBO la mediocridad, y nadie debería hacerlo. Trabajen con ganas, arañando la perfección siempre que puedan, pero sin volverlo un asunto patológico.

A trabajar, gente, que hay mucho por escribir, y por publicar.

A.G.

Una reflexión: Los escritores no leen

Llevo escribiendo desde niño. Hice una cuenta simple de todas las cosas que llegué a escribir y, entre relatos, cuentos cortos, cartas, novelas y ensayos, me da alrededor de seiscientos elementos. Sin embargo, me es imposible hacer la cuenta de los libros leídos. Eso me alegra, y me llena de orgullo. Al año puedo leer unos veinte o treinta libros, entre papel y PDF pirateados –lo siento, soy un maldito…–, y me di el lujo de incluir entre estos, tres grandes obras sobre el oficio del escritor:

1. Mientras escribo, del maestro Stephen King

2. Zen, en el arte de escribir, de nada más ni nada menos que Ray Bradbury.  

3. Cómo escribir ciencia-ficción y fantasía, de Orson Scott-Card.

 El último citado enseña a CREAR MUNDOS, así que era imprescindible leerlo…

No he leído nada más acerca del oficio. Lo demás ha sido aprendizaje y lectura, aprendizaje y lectura… Pero hay algo que esos tres libros que les presento tienen en común: recomiendan leer intensamente. Stephen King incluso se vale de audiolibros que pone en el reproductor de su auto para “leer” mientras conduce. ¿Qué tal?

Leer.

Intensamente.

Muchos libros.

Así que, antes de ser escritor, primero tienes que ser un gran lector. Esa es la recomendación.

He revisado muchos libros de gente que pide ayuda para publicar en Wattpad o Amazon, que son las dos plataformas que recorro, y les agradezco que confíen en mí para hacerlo. Y siempre encuentro errores similares, que a mi parecer no tienen explicación… y no me refiero solo a la ortografía, porque ese es un mal que aqueja a todos, incluso a los profesionales.

Me refiero a elementos como guiones largos, construcción de diálogos, puntuación… separación de capítulos… sangrías… ¿Cómo es que no lo ven? ¿Cómo es que no lo tuvieron en cuenta?

La razón es clara: no leen. Y como no leen, pues no saben cómo se construyen los diálogos, ni como se manejan los guiones. Déjenme decirles que, peor que una mala ortografía, es una estructura literaria desordenada. ¿Cómo aprendes eso? ¡Pues leyendo a otros! ¡Viendo cómo lo hacen!

Así que, ¿quieres de verdad ser escritor? Entonces antes conviértete en un muy buen lector.

Seguiré atento.

A.G.

Historia de una portada...

Por lo general, primero escribimos una novela, y luego vemos cómo lograr una portada. ¿No es así? Creo que es el orden de las cosas…

Pero por una vez, fue una portada la que me generó una novela. Aunque esa portada no era mía…

En esta ocasión, contaré cómo logré una de mis novelas más queridas, y una de las más comentadas por mis lectores: Los dioses de Astarté.

Año 31. Num 368

Stephen King asegura que un escritor es una especie de arqueólogo, que desentierra ideas que ya están por ahí, a la espera de ser encontradas. Puede ser, solo faltan ojos para ver, supongo yo.

Pero, ¿de dónde sacamos esas ideas? Películas, comics, libros, enciclopedias… situaciones personales, familiares, el trabajo, la escuela, la universidad… La calle, un aeropuerto, un almacén… La música, los videojuegos… YouTube…

En cualquier lugar hay fuentes de inspiración. Cualquier parte del universo, conocido o no, es un buen lugar para buscar.

En mi caso, me valgo de las revistas de casos paranormales o ciencia para enriquecer mi archivo personal, y me ha dado resultados maravillosos. También me valgo de DeviantArt o páginas similares para buscar imágenes que me den ideas.

Solo basta abrir los ojos, y estar atento.

Se trata de la historia de una arquitecta, rebelde y caprichosa, que se sale con la suya para ganar un concurso relacionado con rascacielos, y de paso ve cómo un magnate tecnológico construye su obra y la convierte en realidad. Es ciencia ficción, enmarcada en un futuro cercano, con romance y acción por todos lados, y sazonada con toneladas de ecología y medio ambiente.

Fue escrita por allá a principios de 2016, gracias a una revista “Muy Interesante”, concretamente el tomo 368, año 31. El artículo se titula: “Naturaleza encapsulada”, y se refiere al proyecto “ESSCENCE SKYSCRAPER”, un rascacielos de 630 metros y un área de 334.000 metros cuadrados… enorme. La idea es que, en su interior, los visitantes podrán disfrutar de al menos 11 biomas: fondo marino, océano, jungla, pantano, estepa, desierto, cuevas, cascadas, ríos, pradera, montañas y hasta un glaciar. Con esta propuesta, los arquitectos polacos Ewa Odyjas, Agnieska Morga, Konrad Basan y Jakub Pudo ganaron el primer lugar en el concurso Skyscraper Competition, promovido por la revista de arquitectura y diseño eVolo.

Ganó entre 480 proyectos de todo el mundo.

Y se ganó mi atención de inmediato.

Me volví loco… ¿Qué hacer con un rascacielos de semejantes dimensiones? ¿Y qué tal que fuera más grande? Casualmente, por esa época estaba empezando un diplomado en gerencia de proyectos (PMi) y me aproveché de mis nuevos conocimientos para darle forma a la diosa Astarté, que es como bauticé al edificio protagonista de mi novela. Incluso expuse parte del proyecto a manera de práctica…

Por supuesto que meter tecnicismos sobre proyectos, costos y babosadas de esas convierte a cualquier historia en un ladrillo difícil de leer, pero nada de eso está en la novela, solo en mis apuntes personales, y toda la arquitectura e ingeniería desaparece de la lectura final, para darle rienda suelta al romance y la acción que gira en torno a la construcción de Astarté y su población con especies en vía de extinción.

La imagen del proyecto, que posteriormente se convertiría en la portada del Skyscrapers 3, libro publicado por la misma revista eVolo, fue la que detonó la creación de mi novela, así que tiempo después, pasada la revisión, la revisión de la revisión, la revisión de la revisión de la revisión… decidí usar la misma imagen como portada de mi libro.

Debí ponerme en contacto con Jakub Pudo y con Ewa Odyjas para pedir su autorización, y también a la revista eVolo, porque hay temas de copyright y derechos que deben tenerse en cuenta. Por fortuna, todos estuvieron encantados de permitirme el libre uso de la imagen.

Es solo cuestión de hablar.

Hoy les presento la portada de "Los dioses de Astarté", con orgullo y gratitud:

20 de abril de 2018: CreateSpace deja de ofrecer sus servicios profesionales

Hola a todos los interesados en la plataforma CREATESPACE. Sé que están (estamos...) preocupados al respecto, pero no todo es tan grave como lo pintan. 

Veamos el comunicado oficial: 

En esencia, lo que está FINALIZANDO es el servicio de maquetación, edición y elaboración de portadas y cubiertas. Algunos han mencionado que CreateSpace desaparece, que se va para otro universo, que se cambia de dimensión... que quebró... pero lo que verdaderamente pasó es que se cansaron de vender su servicio profesional. Punto. Eso es todo. 

¿Cuando sucederá? 

Mmm... sucedió hace 7 días, el 20 de abril... 

De cualquier forma, si tienes libros publicados en esta plataforma, no les pasará nada: ni los vas a perder, ni te los van a robar, ni van para el inframundo de Internet... nada de eso. Seguirán ahí, acumulando polvo virtual a la espera de que alguien los compre. Sin embargo, KDP de Amazon sigue en pie, retomando todos los servicios de CreateSpace y adaptándose a lo que esta plataforma ofrecía. 

¿Qué significa eso? Pues que a KDP le falta un poco para estar a la altura de CreateSpace en cuanto a alternativas de distribución, mercados, e incluso en cuanto a la forma de manejar los ejemplares de autor. Pero poco a poco va adaptándose, y supongo que en un futuro ofrecerá todo lo que CreateSpace ofrecía.

Palabras más, palabras menos, lo que esto significa es que toca ir mudando nuestros libros tapa blanda a la plataforma KDP, poco a poco, con paciencia y sin afanes. 

Eso es todo por ahora, seguiré informando. 

¿Cómo trasladar un libro tapa blanda de CreateSpace a KDP?

En primer lugar, debo informar que es mi “primera vez”, así que estoy igual que la mayoría de escritores con libros físicos en la plataforma CreateSpace.

Antes de empezar, creo que lo más correcto es responder a una pregunta que en los próximos días se volverá muy común: ¿por qué pasarlo de un lado al otro?

La respuesta es que todos esos rumores acerca de la finalización de servicios de CreateSpace son ciertos. Se ha dicho mucho y se ha comentado demasiado, pero hoy, 9 de abril de 2018, ya tengo la certeza de que CreateSpace dejará de existir este año. Así que toca anticiparse.  

Tengo 14 publicaciones en Amazon, 9 de las cuales están en CreateSpace, y este año inicié una campaña de “overhauling” de mis libros, así que de lo lógico es trasladarlos a la plataforma definitiva. Todavía hay problemas con la “tapa blanda” de KDP, y con fastidio veo que el término “beta” aparece por todos lados; pero al final será Amazon quien lleve la batuta de esta inquietante orquesta y toca adaptarse.

Sé que muchos tienen montones de dudas, pero créanme que son irrelevantes.  Si CreateSpace desaparece, entonces no hay alternativa. No entraré en discusiones, así que por ahora sugiero ir a lo práctico y conocer de primera mano el proceso. 

Empezamos con mi obra más vendida, y la que actualmente paga mi fiesta en Amazon.com: “Un saco de pesadillas”, publicada en 2014. Este año le hice revisión, corregí algunos detalles y además hice cambios en la portada, tanto para el ebook como para el libro “de papel”. 

Pre-requisitos: Si no hay cambios en el manuscrito o la portada, lo unico a tener en cuenta es que el PDF de esta última pese menos de 50 Mb.  

Podemos comenzar. 

1. En primer lugar, y según el sentido común, voy a kdp.amazon.com, inicio sesión y voy al libro en cuestión:

2. Como pueden ver, aparece una etiqueta con la leyenda +Crear libro de tapa blanda. Damos clic:

3. Vemos que Amazon nos trae algunos metadatos para no complicarnos la vida. Seguimos adelante.

En mi caso particular, debí detenerme en "Número de edición", porque en mi caso hice algunos cambios en el manuscrito original. Son detalles mínimos, que no cambian en lo absoluto la historia ni los párrafos, así que en la práctica no implican un cambio substancial importante, al menos no tanto como para cambiar de ISBN, pero sí el suficiente como para llamarse "Edición 2". Así que en mi caso, lleno este campo con un "2": 

La descripción también aparece automáticamente. En mi caso, no hice modificación alguna: 

4. Ahora viene la pregunta que conecta todo esto, y que vale la pena aclarar. Si acabas de publicar tu ebook, y vas a crear el libro de tapa blanda por primera vez, responderás NO. Pero si vienes de CreateSpace, deberás responder SÍ. En mi caso, y el de todos los interesados en esta entrada, hay que responder afirmativamente:

5. A continuación viene una advertencia en tono tremendamente amenazador, y que palabras más, palabras menos, lo que dice al seguir adelante, tu libro desaparece de CreateSpace para siempre, y que no hay vuelta atrás. Lo más peligroso es que no estará disponible para la distribución ampliada, pero eso a la larga tiene poca relevancia. Además, es casi seguro que estas opciones estarán disponibles en un futuro próximo para KDP. En mi caso, cero miedos, y sigo adelante. (Importante copiar el ISBN de 13 dígitos, que es el que hay que colocar aquí): 

6. Posteriormente, se nos pedirá abrir la cuenta de CreateSpace para demostrar que somos propietarios del manuscrito (yo copié mi ISBN de aquí). Seguimos adelante: 

7. Vemos que se han comprobado los derechos de propiedad del libro, así que podemos pasar a temas más mundanos como tamaños, tipos de papel, etc, que se traen desde CreateSpace y están listos para seguir. En mi caso hice un cambio: pasé mi libro de acabado MATE en la portada a BRILLANTE. ¿La razón? En realidad es más capricho que cualquier otra cosa; me gustó el acabado opaco, misterioso y elegante, pero me molestó que se ensuciara tanto al tocarlo y que se desgastara tan rápido. Por eso me pasé de mate a brillante:

8. Lo siguiente que notamos, es que tanto el manuscrito como la portada también se traen automáticamente desde CreateSpace, por lo que aquí podríamos seguir a toda marcha sin detenernos. Yo tuve que cambiar ambos elementos, porque como ya indiqué, ambos recibieron cambios. 

9. Una vez más tuve que subir el manuscrito, la portada, esperar que fueran procesados y revisarlos con el famoso "previsualizador". 

Y aquí me encontré con una fea sorpresa con el PDF de la portada, y es que sus dimensiones DIFIEREN DEL DE CREATESPACE. Como pueden ver, aparece un error, refiriéndose al tamaño esperado por KDP en el PDF de mi portada. ¿Por qué, si yo usé exactamente el mismo archivo, solo que removiendo una capa? Es buena pregunta, pero ellos lo responden de inmediato: mi portada medía 12,797 X 9,300, pero KPD esperaba que fuera un poquitín más pequeña: 12,773 X 9,250. Si no lo corriges, no te deja seguir. Así que después de enfurecer, abrí mi photoshop y le mermé esas miserables centésimas de milímetro al gráfico...

Una vez corregido, procedí a revisar todo el manuscrito por enésima vez: 

10. Satisfecho, doy clic en el botón "Aprobar", y esto hace que el sistema pase al tema del dinero. Lo primero que exhibe es el costo de impresión -a manera informativa, porque es un asunto que solo compete a Amazon-. Hacemos caso omiso y seguimos adelante.

11. Sigue el ajuste en precio, pero yo no hice modificaciones. Eso sí, tengan en cuenta activar TODOS LOS TERRITORIOS, porque lo mejor es pescar en río revuelto... 

12. Damos clic en "Publicar": 

Y listo, queda en "revisión" por 24-48 horas, aunque esto siempre sucede más rápido. En mi caso tardaron solo 6 horas en aprobar mi libro: 

Eso es todo. Así se pasa un libro de CreateSpace a KDP Amazon. 

Quedan dudas, por supuesto, ¿qué perdemos? ¿Qué ganamos? ¿Vale la pena? 

La duda más importante era la de las copias para el autor. Ya está disponible. Queda la duda de la distribución expandida, pero seguro que se resolverá pronto. Queda el asunto de los libros en Japón... -suponiendo que esto le preocupe a alguien-, pero estoy 100% seguro que pronto aparecerá una imprenta japonesa feliz de hacerle la corte a Amazon.com. Recomiendo el blog de Mariana Eguaras para resolver más preguntas, y me pongo a la orden aquí y en mi pagina de facebook para seguir charlando del asunto. 

Blog de Mariana Eguaras: https://marianaeguaras.com/como-trasladar-un-libro-impreso-de-createspace-a-amazon-kdp/

Mi página de facebook: https://www.facebook.com/andresgamux/

Creo que, al final, ninguna de estas preguntas tiene verdadera relevancia. Si CreateSpace va a desaparecer, entonces simplemente NO TIENES ALTERNATIVA, así que, ¿por qué no empezar de una vez?

NaNoWriMo 2017: Superada!!!!!!!! (Pero con lección)

Me demoré mucho en escribir esta entrada, y la razón es que el NaNoWriMo 2017 no me gustó para nada. Lo superé, y con creces, pero aprendí una lección tremenda, y es que esta competencia solo aporta en agilizar dedos y complicar vidas. 

Suena a queja, y tal vez lo sea, pero entiendo que, al fin y al cabo, las competencias de resistencia solo buscan que llegues al final, sin importar si acabas más loco, más flaco y con más calambres. 

En mi caso, la versión 2017 de la competencia me pareció mucho más dura. Laboralmente tuve un noviembre complicado y movido, y tuve que viajar a Bogotá durante la última semana de octubre. De todas formas estaba preparado, con la cabeza construyendo una historia y todas las ganas de lograrla tal y como hice en 2016. Pero me encontré con un proyecto difícil, que me obligó a moverme entre distintas poblaciones del departamento de Cundinamarca, en el bello centro de mi país. Al final, la historia que escribí, y que denominé "El enigma Terracota", fue escrita a retazos entre Bogotá, Funza, Tocaima y Cali. El estres laboral, unido al agotamiento y la presión, hicieron que el NaNoWriMo se convirtiera en una pesadilla, una tortura literaria que me hizo pensar muchas veces en abandonar y mandar todo al carajo. 

Pero cumplo con mis proyectos. Es una obsesión que llevo desde siempre, así que seguí hasta el final. Pasé por escritorios, mesitas de noche, el suelo mismo y hasta el colchón de un feo hostal en Funza. 

El resultado fue que para noviembre logré superar la meta, con algo más de 50 mil palabras. Pero la historia estaba lejos de culminar, y ese fue el problema, pues con tanto movimiento y tanto ir y venir, se me fue la olla y fui alargando todo sin orden ni concierto. Al final, en diciembre, terminé el ejercicio con un vómito de 755 páginas y 136.784 palabras...

Y ese vómito ya no me lo puedo tragar. El manuscrito está escondido en las profundidades de mi disco duro, y tiemblo al pensar en la revisión, porque sé que implicará reescribir casi todo. 

En conclusión, El Enigma Terracota tal vez no llegue ni a la primera revisión, pero eso lo decidiré luego; el caso es que hoy por hoy, creo que perdí el tiempo, y que me esforcé sin sentido en el NaNoWriMo. 

¿Volveré a participar? 

Es una buena pregunta... tal vez durante estos meses que faltan para noviembre termine de decidirlo. 

¿Recomiendo el NaNoWriMo? 

Sí. Definitivamente sí. Si eres escritor novato y quieres soltar dedos y neuronas, te recomiendo participar. Si ya eres perro viejo, tal vez sea mejor apuntarse a concursos literarios de verdad. 

Ya veremos. Ya veremos...