miércoles, 22 de febrero de 2012

“Algunos secretos se esconden tras las puertas de nuestros mas queridos vecinos”

¿Cuán viejo es el mundo? ¿Cuán antiguas son sus grietas y sus recovecos? ¿Cuántas civilizaciones lo poblaron desde su creación?

No son preguntas fáciles de contestar. Confiamos en los científicos para resolverlas, pero ¿cuán equivocados pueden estar? ¿Quién garantiza la exactitud de sus cálculos? Una piedra es antigua por definición, unos huesos no tanto, y un tornillo de acero sin duda no lo es. Pero si encontramos un tornillo engastado en una piedra, ¿no será que el tornillo es igual de antiguo que la piedra?

Nadie sabe cuántos seres inteligentes poblaron la tierra. Siempre creeremos que el homo sapiens es el verdadero y único señor de la tierra. Pero la tierra es vieja, muy vieja, y ha tenido que soportar a otros como nosotros. Y estos han dejado sus rastros. Pero otros también han venido de mas lejos, desde las estrellas. Han venido a ver nuestro verde y nuestro azul. Algunos se han ido desilusionados, pero otros se han quedado. Y han prosperado. Otros, incluso, nos han ayudado. 

Salimos a la calle sumergidos en nuestras preocupaciones, hacemos fila en los bancos y usamos el transporte público como parte de nuestra rutina. Pero pocas veces observamos a los que nos rodean. Pocas veces escudriñamos los secretos de la ciudad.  

Echemos un vistazo a estos misteriosos personajes y a esos misteriosos objetos. Algunos habitan la  querida ciudad de Santiago de Cali, y no sé cuantos mas vivirán en toda nuestra bella Colombia. Pero la mayor parte se encuentran en el resto del mundo. Algunas de las historias relatadas aquí me han sucedido a mi, otras me las han contado y otras las he escuchado por casualidad.

Y nunca he intentado comprobar ninguna.

Obviamente, he cambiado algunos nombres y ubicaciones, no sea que a alguien se le ocurra ir a preguntar.

Y no recomiendo a nadie buscar explicaciones… porque podrían encontrarlas. 

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