jueves, 23 de febrero de 2012

Vecinos inexplicables

¿Sabes quien vive en la casa de al lado? ¿Sabes quién es el muchacho que a diario te trae el periódico o aquel que vigila tu edificio? ¿Sabes cuantas cosas raras pueden suceder tras las puertas de tus queridos vecinos?

El problema es que no préstamos atención. Vamos por el mundo sumergidos en nuestro propio micro-universo sin preocuparnos por lo que nos pasa ante las narices. Recuerdo un tipo que pide limosna cerca de una de las iglesias del centro de Cali. Es un personaje muy peculiar y de grandes ojos que permanece acuclillado esperando las limosnas. Pocos han detallado su estampa y pocos se han percatado de lo extraño que parece. Una vez le di un billete de mil pesos. El tipo lo apretó con una mano y no me dijo nada. Ahí se quedó acuclillado. “Pobre loco” pensé yo despectivamente mientras continuaba mi camino. No sé por qué razón, pero a los pocos metros di la vuelta para observarlo. Se había llevado el billete a la boca y lo chupaba con avidez, como si de un dulce se tratara. Mi ceño permaneció fruncido hasta bien entrada la noche…



Y bien entrada la noche, el tipo se levantó y desparramó su cuenco en las paredes de la iglesia. Entre monedas y billetes serian unos cuarenta mil pesos. Serian recogidos mas tarde por las sorprendidas prostitutas de la zona. A él ya no le servían, había succionado cada bacteria de cada billete y cada moneda, y con eso bastaba para quedar bien alimentado. Era una vida extraña para un mendigo, pero confiaba en ser rescatado y regresar a su planeta muy pronto.

Y si, seres de otros planetas ya conviven con nosotros. Algunos por elección, otros por error. ¿Qué donde se encuentran? Salgan a la calle y miren a la gente. Seguramente verán a varios de ellos que probablemente están aquí de paso.



Otros en cambio, están atrapados. Al sur de la ciudad, existe un hogar geriátrico bastante importante del Valle del Cauca. Allí hay dos “visitantes”. Uno de ellos sufre enormemente, pues proviene de un planeta con tres soles, donde siempre es de día. Por supuesto, ahí no conocen la noche y tienen terror a la oscuridad. Aquel mundo desapareció hace eones, y este pobre personaje estuvo en estasis hasta hace muy poco tiempo. Su capsula cayó en la zona norte del Valle del Cauca en septiembre de 2010. Algunos vieron como el objeto atravesaba nuestra atmosfera. El sonido de la caída fue escuchado por cientos de personas, y al final fue tomado por un meteorito. El visitante tenía un aspecto bastante maltrecho, y quienes lo encontraron asumieron que se trataba de un anciano con algún tipo de retardo mental. La oscuridad lo aterraba de tal forma que varias veces se desmayó con solo ver algunas sombras. Las autoridades no supieron que hacer con él y finalmente lo llevaron al ancianato. Allí permanece hasta hoy, siempre con las luces encendidas, sin espejos y sin objetos que produzcan sombras. Sufre en silencio, sin conocer su origen y sin un buen futuro. El otro visitante, en cambio, vive feliz. Es un ser mimético proveniente del sistema Sirio, su inteligencia equivale a la de nuestros chimpancés y posiblemente fue dejado en nuestro planeta por error. Ha asumido la apariencia de un negro loco que se la pasa repitiendo cosas que escucha por ahí. Todo el día camina por el lugar y casi no molesta. Algunas veces entra en letargo por varias semanas, pero los enfermeros y encargados ya no se preocupan por esto. En general es tomado por un buen paciente. Es feliz, pues adora comer piel muerta, de la cual hay un buen suministro en el lugar.

Algunos visitantes, en cambio, viven vidas normales. Se la ganan igual que nosotros y conviven en nuestro ambiente sin mayor problema. Por supuesto no siempre se parecen a nosotros, y por ello deben “adaptarse” a nuestras formas. Pero en general no nos damos cuenta de su presencia. Algunos van muy maquillados debido a la blancura de su piel. Otros utilizan prótesis y otros casi que se tapan por completo. En las alcantarillas hay poblaciones de seres extraterrestres que llevan con nosotros ya varios siglos.

Muchos de ellos están de paso, otros están aprendiendo a convivir con razas agresivas y violentas (como el homo sapiens) y una gran parte están estudiándonos. Es difícil notarlos. Creo que en Cali hay bastantes. Yo solo sé de un par de médicos, varios profesores universitarios y el dueño de un restaurante. Y alguien me comentó una vez que había una gran población proveniente del sistema Gliese que adoraba los chontaduros y que permanecía a lo largo de la costa pacífica colombiana. Seguramente hay alguna base submarina en la región. Y muchos chontaduros.

Dicen que hay mas o menos 57 especies extraterrestres que conviven con nosotros directa o indirectamente. Pero creo que son mas.


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